Extremistas en motocicletas están lanzando ácido a las mujeres cuyos velos se consideran demasiado flojo en la antigua ciudad de Isfahan. ¿Están desafiando la ley, o haciéndola cumplir?
Morteza Nikoubazl / Reuters |
Todos los días antes de salir de casa, Sara está ante el espejo y se aprieta el nudo de su pañuelo. Ella lleva dos semanas sin usar maquillaje. Además viste con un top negro de manga larga bajo una gabardina. Ella revisa los botones para asegurarse de que todos ellos están bien apretados. Pero cuando sale a la calle, sigue preocupada. Y también sus padres.
Sara, tiene 21 años, vive en la histórica ciudad iraní de Isfahan, cerca de Jolfa, en el barrio cristiano. Durante las últimas dos semanas corren rumores de que un grupo de motociclistas están lanzando ácido a las mujeres cuyos hejabs, los velos para que se usan sobre el cabello en la República Islámica, cumplen con las normas fijados. Su objetivo está en las caras de las mujeres, y los ataques se han concentrado, precisamente, en el barrio de Sara.
El 16 de octubre la Agencia de Noticias de Estudiantes Iraníes (ISNA) confirmó la información: una mujer en un coche había sido atacada, y el ácido le fue arrojado a la cara. Se había difundido la noticia entre la población de que fue como castigo porque la mujer llevaba un hiyab "inapropiado" ya que el pañuelo no cubría del todo el cabello y ni la zona inferior de la cara. El coronel Hossein Hosseinzadeh, subcomandante de las fuerzas de seguridad en Isfahan, confirmó que hubo dos ataques, pero que el motivo de dichos ataques no era claro y que la policía estaba indagando el asunto.
Fazlollah kafil, el gobernador de Isfahan, informó que la víctima era una mujer casada. "Es posible que el motivo fuera personal", dijo. "Tenemos que investigar estos casos con cuidado. Si aventuramos de forma apresurada, la gente se sentirá insegura y podría correr una alarma innecesaria. La policía resolverá e informará en cuanto tenga la completa seguridad de lo que ha pasado ".
Sara cada vez que se mira en el espejo piensa,
"Ésta puede ser la última vez que
voy a ver mi rostro intacto."
Pero los residentes de Isfahan ya se sienten inseguros. Según algunos informes, hasta seis mujeres han sido trasladado al Hospital Feyz de Isfahan, en relación con los ataques con ácido. El hospital se especializa en el tratamiento de enfermedades de los ojos. Una persona de IranWire dijo que la edad de las mujeres estaba en torno a los 30 años.
"Tuve dos pacientes que fueron atendidas de quemaduras por ácido," dijo un médico del Centro de Quemaduras de Isfahan según comunicó IranWire. "No estoy en el hospital cada día y cada hora, así que es posible que haya habido otros casos de los que no tengo conocimiento."
Sobre la misma época ISNA fue el primero en informar de que personas que vivían cerca de "Martin Passage" en Jolfa fueron testigos de otro ataque. Aunque no trascendió en los medios de comunicación, Sara estaba allí poco después de que ocurriera. "Fui a Pasaje Martin a hacer algunas compras", dice ella. "Cuando me acerqué vi que la gente se había reunido alrededor y la calle estaba muy concurrida. Al principio pensé que se había producido un accidente de tráfico, pero cuando me acerqué y pregunté a la gente me dijeron que dos jóvenes habían sido atacadas por la espalda por alguien que había utilizado una jeringa para tirarles ácido. La gente decía que el ácido les habían agujereado sus abrigos y les habían quemado partes de sus cuerpos ".
Otro residente de Isfahan dijo: "Hace dos semanas un grupo de motociclistas arrojó con un recipiente en los rostros de algunas mujeres para atemorizarlas. No hubo ácido en el cubo, sólo agua mezclada con algunos productos de limpieza, que dieron la sensación de quemazón. Ellos pretendían asustar a la gente. Pero en las últimas semanas se han producido ataques con ácido de verdad ".
Todo esto viene a la vez que el Parlamento iraní aprobara una ley que da más poderes a "las patrullas de la moralidad". Los "partidarios del Partido de Dios" Ansar-e-Hezbollah- u otros grupos de militantes fundamentalistas, anunció que reanudará sus actividades en la calle, que incluyen orientación para las mujeres que no estén usando lo que el grupo considere velo islámico adecuado . Ansar-e-Hezbollah ya dijo en el pasado que la violencia sexual contra las mujeres se puede atribuir a esos casos de inmoralidad femenina. En el clima actual, los vigilantes fundamentalistas pueden también creen que sus acciones están justificadas.
Otros residentes de Isfahan que hablaron con IranWire fueron testigo de los ataques apuntando que los ataques con ácido a mujeres eran por individuos que montaba motocicletas grandes y se ajustaba al estereotipo de personas muy religiosas. "En las mezquitas y otras reuniones ceremoniales," explicaba uno de los residentes, "se ha pedido a las mujeres que deben observar las reglas sobre cómo llevar un hiyab adecuadamente, con el fin de evitar provocar a determinadas personas." De esta manera tanto el rumor como la realidad de la amenaza se utiliza para la intimidación sobre el uso del velo islámico.
Por supuesto, muchas personas que se consideran religiosas devotas y que siguen una rama más fundamentalista del Islam se sorprendieron al escuchar lo que está sucediendo en Isfahan, y esto incluye a los funcionarios y políticos influyentes. "Me enteré de la noticia hace un par de horas y realmente me sorprendió," Akbar Pakzad, un comandante conocido de la Guardia Revolucionaria en Isfahan le dijo IranWire. "Estas acciones están prohibidas, ya sea por la religión, por la sharia o por la ley civil. Ellos no son humanos. Cualquier persona que toma este tipo de acciones, bajo cualquier pretexto ha cometido un delito y debe ser castigado bajo la pena máxima." Él considera que arrojar ácido es un pecado mortal, que debe ser castigado con la muerte.
Cuando se le preguntó lo que él piensa de Ansar-e-Hezbollah de tomar medidas contra aquellos que no observan las normas relativas a la vestimenta islámica para las mujeres, dice, "Yo no soy un miembro de Ansar-e-Hezbollah. Yo pertenezco a la Guardia Revolucionaria y en este momento soy un asesor del comandante [Qasim] Soleimani [el comandante de la Fuerza Qods] para el entrenamiento militar. Condeno esta acción desde el punto de vista de los guardias y los [paramilitares] Basij. Sobre el asunto de Ansar-e-Hezbollah usted tiene que hablar con Hojatoleslam Kamil Kaveh ".
Pakzad se está refiriendo a la cabeza de Ansar-e-Hezbollah en Isfahan, quien niega haber oído las noticias. "Por desgracia o por suerte no he oído nada al respecto", dijo. "Un musulmán ni siquiera puede pensar en hacer una cosa así, aunque tenga sólo una gota de la religión en él." Cuando se le preguntó si Ansar-e-Hezbollah de Isfahan han puesto en marcha una campaña contra las mujeres que no usan su hiyab en connsonancia con lo el grupo piensa que es aceptable, él da una respuesta extraña. "No tenemos la buena fortuna en este momento", dice, sin explicar por qué. "Tengo que ir a la oración del viernes y no puedo hablar más", dice antes de irse.
Aunque IranWire contactó con la policía para hacer algún comenterio, se negaron. En general, las autoridades de Isfahan no han estado dispuestos a hablar sobre el asunto. Pero en la población de Isfahan se está hablando, y algunos se sienten muy muy preocupado.
Desde que fue testigo del ataque cerca de su casa, Sara ha discutido muchas veces con mucha gente. Cada vez que se mira en el espejo, piensa en lo que ha pasado y se horroriza y se dice: "Créeme creo que esta es la última vez que voy a ver mi cara intacta".
"Tuve dos pacientes que fueron atendidas de quemaduras por ácido," dijo un médico del Centro de Quemaduras de Isfahan según comunicó IranWire. "No estoy en el hospital cada día y cada hora, así que es posible que haya habido otros casos de los que no tengo conocimiento."
Sobre la misma época ISNA fue el primero en informar de que personas que vivían cerca de "Martin Passage" en Jolfa fueron testigos de otro ataque. Aunque no trascendió en los medios de comunicación, Sara estaba allí poco después de que ocurriera. "Fui a Pasaje Martin a hacer algunas compras", dice ella. "Cuando me acerqué vi que la gente se había reunido alrededor y la calle estaba muy concurrida. Al principio pensé que se había producido un accidente de tráfico, pero cuando me acerqué y pregunté a la gente me dijeron que dos jóvenes habían sido atacadas por la espalda por alguien que había utilizado una jeringa para tirarles ácido. La gente decía que el ácido les habían agujereado sus abrigos y les habían quemado partes de sus cuerpos ".
Otro residente de Isfahan dijo: "Hace dos semanas un grupo de motociclistas arrojó con un recipiente en los rostros de algunas mujeres para atemorizarlas. No hubo ácido en el cubo, sólo agua mezclada con algunos productos de limpieza, que dieron la sensación de quemazón. Ellos pretendían asustar a la gente. Pero en las últimas semanas se han producido ataques con ácido de verdad ".
Todo esto viene a la vez que el Parlamento iraní aprobara una ley que da más poderes a "las patrullas de la moralidad". Los "partidarios del Partido de Dios" Ansar-e-Hezbollah- u otros grupos de militantes fundamentalistas, anunció que reanudará sus actividades en la calle, que incluyen orientación para las mujeres que no estén usando lo que el grupo considere velo islámico adecuado . Ansar-e-Hezbollah ya dijo en el pasado que la violencia sexual contra las mujeres se puede atribuir a esos casos de inmoralidad femenina. En el clima actual, los vigilantes fundamentalistas pueden también creen que sus acciones están justificadas.
Otros residentes de Isfahan que hablaron con IranWire fueron testigo de los ataques apuntando que los ataques con ácido a mujeres eran por individuos que montaba motocicletas grandes y se ajustaba al estereotipo de personas muy religiosas. "En las mezquitas y otras reuniones ceremoniales," explicaba uno de los residentes, "se ha pedido a las mujeres que deben observar las reglas sobre cómo llevar un hiyab adecuadamente, con el fin de evitar provocar a determinadas personas." De esta manera tanto el rumor como la realidad de la amenaza se utiliza para la intimidación sobre el uso del velo islámico.
Por supuesto, muchas personas que se consideran religiosas devotas y que siguen una rama más fundamentalista del Islam se sorprendieron al escuchar lo que está sucediendo en Isfahan, y esto incluye a los funcionarios y políticos influyentes. "Me enteré de la noticia hace un par de horas y realmente me sorprendió," Akbar Pakzad, un comandante conocido de la Guardia Revolucionaria en Isfahan le dijo IranWire. "Estas acciones están prohibidas, ya sea por la religión, por la sharia o por la ley civil. Ellos no son humanos. Cualquier persona que toma este tipo de acciones, bajo cualquier pretexto ha cometido un delito y debe ser castigado bajo la pena máxima." Él considera que arrojar ácido es un pecado mortal, que debe ser castigado con la muerte.
Cuando se le preguntó lo que él piensa de Ansar-e-Hezbollah de tomar medidas contra aquellos que no observan las normas relativas a la vestimenta islámica para las mujeres, dice, "Yo no soy un miembro de Ansar-e-Hezbollah. Yo pertenezco a la Guardia Revolucionaria y en este momento soy un asesor del comandante [Qasim] Soleimani [el comandante de la Fuerza Qods] para el entrenamiento militar. Condeno esta acción desde el punto de vista de los guardias y los [paramilitares] Basij. Sobre el asunto de Ansar-e-Hezbollah usted tiene que hablar con Hojatoleslam Kamil Kaveh ".
Pakzad se está refiriendo a la cabeza de Ansar-e-Hezbollah en Isfahan, quien niega haber oído las noticias. "Por desgracia o por suerte no he oído nada al respecto", dijo. "Un musulmán ni siquiera puede pensar en hacer una cosa así, aunque tenga sólo una gota de la religión en él." Cuando se le preguntó si Ansar-e-Hezbollah de Isfahan han puesto en marcha una campaña contra las mujeres que no usan su hiyab en connsonancia con lo el grupo piensa que es aceptable, él da una respuesta extraña. "No tenemos la buena fortuna en este momento", dice, sin explicar por qué. "Tengo que ir a la oración del viernes y no puedo hablar más", dice antes de irse.
Aunque IranWire contactó con la policía para hacer algún comenterio, se negaron. En general, las autoridades de Isfahan no han estado dispuestos a hablar sobre el asunto. Pero en la población de Isfahan se está hablando, y algunos se sienten muy muy preocupado.
Desde que fue testigo del ataque cerca de su casa, Sara ha discutido muchas veces con mucha gente. Cada vez que se mira en el espejo, piensa en lo que ha pasado y se horroriza y se dice: "Créeme creo que esta es la última vez que voy a ver mi cara intacta".
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