sábado, 28 de diciembre de 2019

Los fieles hijos de Herodes.



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Cada 28 de diciembre, se conmemora la matanza de los santos inocentes por orden del rey Herodes.

La Iglesia recuerda, la fecha de una masacre de inocentes.

Talla del Belén de Salzillo. Murcia
Es el día para dar cobijo en nuestras oraciones a los seres más dependientes de la tierra, asesinados.

Hoy en día,  la muerte de los seres más indefensos del planeta se ha convertido en una cura de unos minutos, a un "no me lo esperaba" o un "todavía no es el momento" o un...

Herodes. El "patrón" de la "modernidad" de médicos, jueces, políticos. Bajo su patronazgo jamás habría imaginado que llegaría una época,  donde el mundo se poblaría de bastardos del Rey infanticida; ocupando reinos y gobiernos y sobre todo de buenos súbditos que aplauden con fervor a sus señores para mayor orgullo y honra del rey asesino.

Ni guerra ni epidemia ni el tan recordado y conmemorado una y otra y otra vez holocausto judío, todos juntos, han producido tanta muerte.

Médicos, jueces, gobiernos y votantes varios, haciendo piña alrededor de los vástagos de un Rey sin escrúpulos, amparados en la fría razón de la profesionalidad, la protección, la ley y "el menos malo".

El Concilio Vaticano II, sobre el aborto: un asesinato abominable.
Asesinos como son; quienes ejercen una profesión en la que cada día sin el menor atisbo de remordimiento, hacen abuso de unas facultades para convertirse en asesinos en serie.

Médicos y los demás siervos fieles sanitarios, que no se inmutan ante el panorama de un cubo lleno de cuerpos descuartizados, a cambio de... ¿30 monedas? Infames perjuras hipocráticos, que en vez de salvar vidas, se llevan el negociete de matar niños.

No queda nada de humanidad.

Politiquillos, politicuelos y demás rapiñas, que alimentan el desnaturalizado derecho femenino, que al parecer es distinto al masculino. Ya sabemos: Igualdad. Hasta que llegamos al tema de la discriminación contra el hombre que entonces es "positiva".

- ¡Ah, ah, vale! Si es discriminación positiva, entonces no es discriminación es... Eso. Libertad, democracia,... ¡La locura de ser mujer!

Porque como todos sabemos y está comprobado la mujer es más lista que el hombre, sólo le faltó la oportunidad de demostrarlo. Eso es positiva.

- ¡Claro, claro! Positiva, "ta" claro.
- Cristalino.

Y de los jueces. Este asunto es para que se te ponga los pelos de punta. Que como decía aquél, es un verdadero cachondeo. Llorando por las esquinas porque no tienen medios y se les amontonan los asuntos y lo solventan con un "yo entiendo, así que sentencio" después de una capa de manteca por el lomo.
En aplicación de leyes injustas y siendo nada los gritos sordos de unos niños asesinados y arrojados a la basura...

¿Justicia?

Justicia

¡¿Pero cuántos son?!

Igualmente perjuras de ser guardadores y procuradores de la equidad, la justicia y la ... ¿para todos...? Esto ya no se lo creen ni ellos, pero vamos, estamos acostumbrados, ja ja ja; que super"guay."

Creo que son cientos al día. Bueno, salvo cuando nos gobernó con mayoría absoluta el P.P., hay que estar todos contentos porque bajaron el número, ya no eran 300 al día, sino 250... Muertos. ¡Inocentes muertos!

¡Bravo!

-¡Ves, te lo dije! Éstos son menos asesinos. Hay que votarlos porque sino la"derecha" nunca va a ganar. Que España ¿Suma? ¿ En serio? Tan infanticida como la zurda.

Jueces, médicos, políticos y sus votantes. Que la infamia también anda vestida con toga, con sello ministerial, fonendoscopio al cuello y corona y es ilustrada... Ya lo dice su Ley, la complicidad es delito, tanto como la del que comete el mayor. Pero si los actos de complicidad resultan ser como cooperador necesario, esto ya es la leche de delito.

Y lo peor de todo. De médicos, médicas, médiques, sanitarios, sanitarias, sanitaries, políticos, políticas, polítiques, juezos, juezas, jueces, votontos, votontas, votantes... que se adornan en las misas, en comunión diaria, en adoraciones, en golpes de pecho.

-¡Oh Dios, habla que tu siervo te escucha! - y Dios les habla cada día y es arrojado a un cubo de la basura después de descuartizarlo.

La capacidad de discernimiento.

Pero en su mundo de fantasía. Creo que esperan, que les hable de viva voz; a lo Saulo. , alguno que le cante una saeta y a otro que les hable en latín, que el latín es latín.

-Capacidad de discernimiento.
-Ah, eso.

De este atajo de víboras, "...semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! 
Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: "Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!" Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres! "

¿Herodes malo? multiplicado por 70 veces 7 sus hijos que no lo pudo encontrar tan fieles y pródigos en atestiguar su paso y continuar su "hazaña" en este tiempo. Me dijo una amiga, después de que le dijera que "siendo hombre, mayor de cuarenta años y católico, aquí en España estoy jodido". Ella me dijo, y si eres provida, jodidísimo, bueno puso puntos suspensivos fiel a sus maneras respetuosas y prudente como es; después de pensarlo un rato, me dije... ese es el problema, que no está implícito, el ser católico con el de ser provida. Cristianos de pacotilla y puñalada por la espalda.

No han reconocido a Dios algunos en los más indefensos del planeta, esos que están a merced de su madre...

Bueno, "madre".

Y por último, a esas mujeres, envueltas o últimamente (las FEMENistas ) sin envolver, en la defensa de unos derechos que pasa por matar.

Matar a quien se le ha encomendado cuidar, por quienes sus cuerpos se transforman como un milagro más de Dios, que no llegan a percibir o cuando lo  perciben es tarde e innecesario, llegando a lamentaciones estériles, pero que al menos lamentan...

Pero y las que no lo hacen, abrazándose a las más variopintas excusas, huecas, vacías y tan frías como el bisturí de los mencionados; es que ... ; yo...; mi cuerpo...; mi vida...; por tanto la Vida a la basura.

Y podría pensar; cómo una persona así, no fue parte de la basura, como lo es su hijo, qué pensaba su madre cuando quedó preñada...
Afortunadamente, yo no voy a decir eso, ni siquiera pensarlo, que antes de llegar a donde estamos, todas esas mujeres, no hubieran sido abortadas por sus madres y así, "muerto el perro, se acabó la rabia."

También esas hijas de puta; son hijas de Dios, y también pueden llegar a compartir con su hijo, que no conoció, la gloria que ellos gozan, ya que no gozaron de la tierra como las víboras que lo engendraron.

En cuanto al P.P. de la mayoría absoluta, bien por ti,  Rajoy, Santamaría (esa personita que haría las delicias de un ortodoncista, más parecida a la muñeca chochona de la tómbola de feria) ". Y ahora el "nuevo partido" que se coloca al centro con el mediocre y neutro Casado. Son fenómeno, todos los "peperos" unos fuera de serie.

No hubo reforma de la ley del aborto como prometieron y ahora ya, cuando sale el tema se hacen el muerto hasta que se vaya.

Consentir que este asesinato en masa de los que se autoproclaman los bienhechores del voto católico es no desear que tenga consecuencia, es faltar a la conciencia, honor y honra. La poca que les queda a sus enfervorizados votantes. Ya casi no se distingue el voto cautivo andaluz del psoe con el del nuevo pp. 

¿El voto útil? para matar, matar y matar... estas víboras enchaquetadas y con caras de santurrones...
¿El menos malo? Espero celebrar, pasando unos meses que se hunda por su infamia, la infamia de una traición que nadie pudo imaginar. Mirando para otro lado buscando males por todos lados que compense esa traición.

No hay por donde buscar. Nada hay peor en este mundo que una traición. 




martes, 13 de agosto de 2019

María Asunta al Cielo.

Entrada de la Virgen de los Reyes a la Seo de Sevilla
     Era la noche de Navidad de 1910 cuando una niña, hija de un Ministro del Gobierno
italiano, se acercaba en Roma a recibir por primera vez la Sagrada Comunión de la mano de
un joven Monseñor del Vaticano. Dicho Monseñor amaba mucho a la Virgen, y, acabada la
Misa, le encomienda a la niña:
- Y ahora, pequeña, te pido que reces cada día para que se cumpla el mayor deseo que
llevo en mi corazón: que llegue pronto el día de la definición del dogma de la Asunción de
la Santísima Virgen.
     La niña rezaba por aquel joven sacerdote, llamado Eugenio Pacelli, que en 1939 era
elegido Papa, el gran Pío XII. El 1 de Noviembre de 1950, a finales ya del Año Santo, aquel
Papa insigne, ante una multitud inmensa, definía como verdad de fe, revelada por Dios, que
la Virgen, resucitada después de su muerte, había subido en cuerpo y alma al Cielo.
     El Papa no obraba así sin más ni más, ni llevado sólo por su devoción personal. Había
escuchado el clamor de toda la Iglesia, guiada en su fe por el Espíritu Santo. Cuatro años
antes se había dirigido el Papa a todos los Obispos católicos del mundo y le había
preguntado a cada uno: -¿Cuál es tu parecer y el del pueblo cristiano a ti confiado sobre la
Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al Cielo?
     La respuesta de todos los Obispos fue unánime: un SÍ rotundo. Entonces, no había duda
alguna. El Espíritu Santo fue dado a la Iglesia para que le enseñara toda verdad, y si
Pastores y fieles creían todos lo mismo, esa verdad estaba en el depósito de la revelación.
Nuestro pensamiento se nos va ahora a Jerusalén, a los tiempos de los Apóstoles. La
vida de la Iglesia primitiva nos ha quedado impresa con rasgos indelebles y hermosísimos
en los Hechos de los Apóstoles, uno de los libros más bellos de toda la Biblia.
     Los primeros cristianos formaban una comunidad idílica y encantadora. Predicación
ardiente de los Apóstoles. Fraternidad de todos los bautizados. Oración asidua en el Templo
y en las casas. Todos en torno a la mesa donde partían el Pan: era Jesús que se hacía
presente por la Eucaristía... En la primera página de ese libro precioso, Lucas nos ha
presentado a María como corazón de esa Iglesia naciente. Ella alentaba la unión de los
discípulos, que elevaban las manos al cielo con la Madre del Señor Jesús colocada en
medio de ellos, y confiada a Juan como un hijo.
Ntra. Sra. del Tránsito o Dormición de Ntra. Sra. Hospital del Pozo Santo. Sevilla.
     Por María, y sólo por Ella como único testigo, supieron los Apóstoles y los más íntimos
aquellas noticias sobre la infancia y niñez de Jesús que nos han conservado los Evangelios
de Mateo y Lucas. Es natural que todos quisieran conocer la vida de Jesús en sus primeros
años, y no es nada extraño que María, con discreción exquisita, quisiera satisfacer
aspiración tan legítima.
     Así María, sin tener en la Iglesia ningún cargo ministerial que correspondía a los
Apóstoles, era el corazón de la Iglesia naciente y desempeñaba a las mil maravillas su
función de Madre de la Iglesia.
     Hasta que un día se esparció entre la comunidad la dolorosa noticia: ¡Ha muerto la
Madre del Señor Jesús! Pero pronto el dolor se convirtió en gozo. Porque Dios tuvo
providencia de hacer saber a los Apóstoles que María había resucitado y había sido llevada
en cuerpo y alma al Cielo. De no ser así, la Asunción de María no estaría en el depósito de la revelación. Y lo está. Porque ha quedado en la más pura Tradición de la Iglesia desde los
primeros días. De hecho, en Jerusalén se enseña desde los primeros siglos la casa de la
Dormición de la Virgen --¡Dormición, qué nombre tan bello!--, y los Orientales guardan
con amor en el Monte de los Olivos la tumba vacía que siempre pasó como de la Virgen
María.
     Esta verdad de la Asunción de la Virgen, sostenida siempre por la Iglesia, no está
explícita en la Biblia, pero sí que están bien claras las razones poderosas en que se apoya
nuestra fe.
     María, saludada por el Angel como la Llena de Gracia, no tendría la plenitud de los
favores de Dios si aún siguiera su cuerpo pulverizado en sepulcro.
     María, de cuya carne tomó su carne el Hijo de Dios, no podía sufrir una corrupción que
hubiera sido poco digna de su condición de Madre de Dios.
     María, asociada al Redentor al pie de la Cruz --Jesús la quiso con Él cuando llegó su
Hora--, no podía estar disociada de Él a la hora de la glorificación.
     María, declarada por Jesús desde la cruz como Madre de la Iglesia, no podía permanecer
en el sepulcro, pues esto hubiera sido también poco digno de la misma Iglesia de Jesús.
     Al estar María glorificada ya plenamente en el Cielo, se ha convertido en la imagen
futura de la Iglesia, que en la misma María ha llegado a su perfección total. Mirando a
María Asunta al Cielo, vemos lo que todos vamos a ser un día. No nos desanimamos en la
lucha.
     Vemos en María cómo el Señor cumple su palabra de resucitar a los que creen en Él, y
María fue la gran creyente.
     El Concilio nos recordó la verdad de María Asunta con estas palabras:
“La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de culpa original, fue
asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y enaltecida por el Señor como Reina del
Universo, para que se asemejara más plenamente a su Hijo, Señor de los que dominan y
vencedor del pecado y de la muerte”.
     ¡María, Madre nuestra, qué orgullosos estamos de ti! ¡Y cómo te amamos! En el Cielo
intercedes por nosotros, y no tienes otra ilusión que vernos a todos y cada uno de tus hijos
glorificados junto a ti. Y allí estaremos contigo, porque creemos firmemente en la palabra
de Jesús, que nos dijo: Todo el que cree en mí, aunque muera, vivirá. Porque yo lo
resucitaré en el último día...

Hoy Festividad de la Asunción se entre otras advocaciones la de Ntra Sra de los Reyes, de la Paloma, del Mar, del Olvido, del Alba...

jueves, 4 de julio de 2019

Mishaal y Khaled. La princesa árabe que se enamoró de un plebeyo

La verdadera historia de Jazmín y Aladino. La princesa árabe que se enamoró de un plebeyo.

Se llamaba Mishaal nació en un palacio en Arabia, su nombre completo al nacer fue  Mishaal bint Fahd bin Mohammed Al Saud . La niña era una autentica belleza árabe y la favorita de toda la familia Al Saud, que es el nombre de la casa real reinante en Arabia Saudita.

En la década de 1960, Mohammed Ibn Abdelaziz Al Saud, el sexto hijo de Ibn Saud, fundador del estado Saudí, se convertiría en el jefe del Reino de Arabia Saudita. El príncipe heredero no llegó a gobernar. En marzo de 1964, el hermano menor de éste, Faisal bin Abdelaziz, fue nombrado regente y ocho meses más tarde, tras obligar a Sa'ud a abdicar, se convirtió en rey. Abolió el cargo de primer ministro convirtiéndose en gobernante absoluto.

Mohammed era un hombre temperamental y de muy mal genio, arrastrado por su alcohólico empedernido, lo que le imposibilitaba para asumir el cargo como rey, aunque el consumo de alcohol en Arabia Saudita está prohibido, ¿quién podría echárselo en cara al hijo de Ibn Saud? Su hermano menor y quien le obligó a abdicar a su favor en 1925 lideró al Ejército en la victoria en el reino de Hiyaz, convirtiéndose en virrey al año siguiente. En 1932, fue ministro de Asuntos Exteriores del recién creado reino de Arabia Saudí y después primer ministro, hasta terminar siendo el rey, como decíamos: Khalid.

A pesar de perder lugar en la sucesión al trono Saudí no así su notoriedad, Mohammed continuó siendo una de las personas más importantes del estado. A menudo, el rey Faisal le pedía consejo, luego también su medio hermano, el rey Fahd, cuando subió al trono en 1975, al ser asesinado Fáisal en un majlis por un sobrino. Además, fue considerado el miembro más rico de la familia real de Arabia Saudita.  Mohammed Ibn Abdelaziz Al Saud: tuvo seis hijos, Fahd, Bandar, Badr, Saad, Abdullah y Abdul Aziz, de diferentes esposas.

En 1958 a Mohammed le nació su nieta, Mishaal, (nuestra Jasmín) su ojito derecho. Desde la infancia, ella creció en el lujo, sin preocupaciones, dueña de infinidad de doncellas que la cuidaban, le servían en bandeja de plata, agasajada por todos en el palacio. Incluso el rey Khalid, el tío de la niña, bebía los vientos por la princesa Mishaal.

La descendencia del fundador de Arabia Saudita, Abdulaziz bin Saúd​ o Ibn Saúd, es de unos 7 mil príncipes-emires. De 12 esposas le nacieron 45 hijos, quienes se convirtieron en los legítimos herederos del trono y así toda su descendencia futura. De entre ellos, a uno se le asignó ser el esposo de nuestra Jasmín, Mishaal, el destino de las niñas está escrito casi inmediatamente después de su nacimiento. Los padres eligen a su futuro esposo; Ad pedem litteræ, y se excluye cualquier Addenda.

Así que tan pronto como la joven belleza creció, los padres decidieron que se casaría con uno de los muchos primos-príncipes. ¿Cuál de todos ellos? No importaba, lo único que importaba y lo principal era la continuación de la saga, todo lo demás no son mas que formalidades inútiles.

Mishaal en realidad nunca fue dueña de su propio destino y eso, para una adolescente que tuvo siempre todo lo que quiso, hizo cuanto se le antojó, era duro de asumir.

No tenía sentido hablar con sus padres sobre este tema, así que la princesa pidió que antes del matrimonio quería obtener una educación superior. Y, como siempre: lo que pedía la bella princesa ¡Concedido! Así que la enviaron a estudiar a una universidad en el Líbano. En Arabia Saudita en ese momento no había oportunidad de obtener una educación para una mujer.
En cuanto a ésto, los derechos de las mujeres locales son todavía muy limitados en este país. Por ejemplo, si una niña es violada, entonces ella será responsable ante la ley, ya que supuestamente "provocó" al abusador.

Mishaal fue al Líbano acompañado por numerosos guardias y sirvientes. Pero incluso la supervisión durante todo el día no le impidió hacer lo que suele suceder a las chicas de 19 años: enamorarse de un joven encantador. El objeto de su adoración era el hijo del embajador de Arabia Saudita en el Líbano, Khaled al-Shaer Mulhallal, nuestro Aladino. En cualquier país occidental el hijo del embajador probablemente pertenecería a la alta sociedad, en cambio en Arabia Saudita, un país donde los príncipes-emires hereditarios realizan la mayoría de las funciones de poder, se lo consideraba un plebeyo.

El romance de la princesa Mishaal y Khaled (Jasmín y Aladino) inicialmente no tenía oportunidad de un final feliz para la pareja. De acuerdo con las leyes de Arabia Saudita, para cualquier relación entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio, los jóvenes podrían enfrentarse a la pena de muerte. No se sabe con certeza si los amantes decidieron ir tan lejos. Sin embargo, el hecho de que la princesa se quedara a solas con un extraño fue suficiente para causar un escándalo.

A pesar de todos los riesgos, Mishaal y Khaled continuaron comunicándose. Dado que la niña siempre estuvo rodeada por una gran comitiva, no fue posible mantener su romance en secreto durante demasiado tiempo. Al regresar a Arabia Saudita, uno de los sirvientes le contó al rey la extraña conexión de la princesa con un plebeyo.

Luego, al darse cuenta de que su vida estaba en peligro, Mishaal dio un paso aún más arriesgado: trató de escapar. La niña llegó a la ciudad de Jeddah, ubicada en el Mar Rojo, tiró su ropa cerca del agua, con la esperanza de que fuera dada por muerta al ahogarse; se vistió como un hombre y fue al aeropuerto.

Aquí la aventura "holibudiense" o Disney de Jasmín y Aladino; Mishaal y Khaled acaba feliz y subidos en una alfombra mágica, sus padres, abuelos, hermanos y todos los súbditos sonríen...

Pero el verdadero final no fue ese: en el aeropuerto, utilizando documentos falsificados, la princesa intentó salir del país, pero los oficiales de seguridad del aeropuerto la reconocieron y la llevaron bajo custodia.

Cuando Mishaal fue traída de regreso, ella compareció ante la Corte. Según la ley, el adulterio debe ser confirmado por al menos 4 testigos, pero en el caso de la princesa no podría haber tal teoría. Además, no hubo necesidad de testigos, ella misma admitió que existió una relación íntima. De hecho, tanto si fue cierto, o que la princesa lo dijo como un gesto de protesta contra las duras reglas de la Sharia o sabedora de la pasión que despertaba en todo el palacio desde niña; no lo sabemos o no importa demasiado. En cualquier caso, ella fue declarada culpable.

Incluso para la nieta favorita del gobernante de Arabia Saudita, no puede haber concesiones. ¿Pero qué sucede si una princesa se enamora de un joven Aladino y quiere unir su vida con él? Esta es la historia de un amor con un final tan trágico, nada parecido al de Jazmín y Aladino, el de Sheresade.

Khaled al-Shaher Mulhallalla fue inmediatamente condenado a muerte, pero durante algún tiempo la condena de la princesa quedaba en suspenso. El mismo rey Khalid insistió en que la niña puede ser salvada. Pero ahora el abuelo de la belleza oriental, Mohammed ibn Abdulaziz Al Saud, apodado Abu Sharayan ("Padre de dos males") por su mal genio, dijo: la pena de muerte espera al infractor.

El 15 de julio de 1977, Khaled y Mishaal fueron llevados a la plaza central. El proceso fue dirigido por el propio Mohammed Al Saud, su abuelo. Los dos jóvenes atados y presentados al público. Como la princesa era miembro de la familia real, logró evitar la lapidación. Pusieron a la niña de rodillas y le dispararon en la cabeza. Khaled estaba esperando una ejecución más brutal.

Por lo general, se invita a un verdugo profesional a ejecutar una sentencia de muerte, lo que salva al delincuente de padecer un sufrimiento innecesario. Pero en algunos casos, para endurecer el ya severo castigo, esta tarea se confía a un aficionado. Y también a Khaled.

Se ordenó que se le cortara la cabeza por uno de los miembros de la familia de Mohammed, inexperto en el uso de la espada. Como resultado, la cabeza fue cortada de los hombros del desafortunado Khaled solo con el quinto golpe. Es terrible imaginar qué tipo de sufrimiento experimentó el joven en esos últimos momentos de su vida.

Mohammed ibn Abdelaziz Al Saud admitió que nunca se arrepintió de lo que hizo con su nieta. Según él, incluso el hecho de que la princesa, por ser mujer, estuviera en la misma habitación con un extraño era suficiente para castigarla.
Fin


sábado, 29 de junio de 2019

Por qué los Orgullos Gay atacan a la Iglesia.

Junio ​​en el calendario católico es el mes del Sagrado Corazón de Jesús, en el mes laico es el mes dedicado al orgullo gay en todo el mundo, entre las características comunes de todos ellos la más sobresaliente se encuentra la #blasfemia.

Junio ​​en el calendario católico es el mes del Sagrado Corazón de Jesús, en el laico es el mes dedicado al orgullo gay en todo el mundo, es decir, esas coloridas procesiones que serpentean por las calles de las ciudades y en las que los participantes desean hacer alarde de "El orgullo de ser supergay." De hecho, es mejor decir "gay", un término que debe usarse cuando la orientación sexual se ondea como una bandera ideológica. Los desfiles a menudo se asocian con otras iniciativas como reuniones, proyecciones de cine, conferencias, espectáculos, juegos también (y sobre todo) para niños e incluso pregones, etc.

El "movimiento" se asienta en el espíritu de los movimientos del '68 que se basaron no tanto en promover una actitud de defensa, la protección de su grupo, sino que más bien atacan a aquellos que señalan como enemigos. Para el trabajador era el empresario el enemigo, para la mujer es el hombre, la familia y los hijos. De manera análoga, en el orgullo gay no marchan tanto a favor de las personas homosexuales, sino que marchan en contra: contra la Iglesia, contra quienes afirman que la homosexualidad es una condición desordenada, contra partidos de derecha, contra conformistas, etc.

En resumen, la base característica del orgullo gay es el espíritu antagónico, un espíritu que contradice ciertas consignas que se gritan en esas mismas "manifas" con carrozas "multiculos" destinadas a la no discriminación, la inclusión y la apertura a lo que es diferente. En otras palabras, aunque la presentación que nos hacen creer del homosexualismo es ser abierta, acogedora, al diálogo, pero lo que viene de este mundo es lo contrario: hostilidad, beligerancia, incapacidad para dialogar, etc

El desfile del orgullo gay es un desfile de cuerpos semidesnudos (o desnudos completamente) esencialmente por 5 razones. El primero: la provocación. Según el espíritu beligerante que hemos mencionado anteriormente, es necesario provocar al enemigo, empujarlo a la reacción del desagravio generado y luego así atacarlo y tratarlo como de fanático, insensible y homofóbico si se atreve a responder. Segunda razón: la crítica. La desnudez se usa como un insulto a los estereotipos, de la normalidad, de la naturalidad de las relaciones. Por lo tanto, es un mensaje revolucionario: anular el orden deseado por Dios, que quería que el hombre fuera atraído por lo femenino y viceversa y, en particular, anular el significado de castidad y modestia, no más virtudes, sino tabú para derrocar a los enemigos de la libertad individual. Tercera razón transgresión. El cuerpo semidesnudo o desnudo del sarasón es una expresión del deseo de cruzar cualquier límite en el campo sexual. La primera limitación, por supuesto, es la de la heterosexualidad. La promiscuidad se entiende como una fuerza liberadora de los impulsos. Cuarta razón: la materialidad y lo puramente físico frente a la interioridad. La desnudez con orgullo es testigo de que la relación homosexual a menudo se centra en eros, y la dimensión afectiva (que obviamente también es desordenada porque proviene de la orientación homosexual, que también está desordenada como lo enseña el Catecismo) es un aspecto accesorio. Como nos enseñó en su serie de catequesis S. Juan Pablo II la "Teología del cuerpo" separan lo físico de lo espiritual haciendo al hombre poseedor sólo de lo físico como si fuera un animal más de la Creación.(ver S.Agustín, Libro X de las Confesiones) Ésta consideración es a menudo la fuente de la relación homosexual. Quinto motivo: el narcisismo. Para algunos participantes, el orgullo gay puede ser un escenario para presumir con la esperanza de ser notado y apreciado. El narcisismo, el vicio del cual ni siquiera los heterosexuales son libres, podría representar el intento de llenar, mediante confirmaciones positivas, ese sentimiento de inadecuación con respecto al mundo masculino para los hombres y con respecto al mundo femenino para las mujeres que a menudo acompañan a la persona homosexual (ver R. Marchesini, Homosexualidad, en T. Scandroglio, Preguntas de la vida y la muerte, Ares)

Otra característica de los "Orgullo gay" es ayudar a normalizar el fenómeno de la homosexualidad y la transexualidad en la conciencia colectiva, hacer que se absorban en la mente de la mayoría, inmunizar a toda la sociedad de los impulsos críticos innatos. La oficialización mundial y generalizada del orgullo gay lo ha convertido en un fenómeno personalizado, no tan escabroso, en esto obviamente ayudado por muchas otras actividades destinadas a normalizar la homosexualidad. Históricamente, el orgullo gay fue la primera iniciativa pública dirigida a hacer que la homosexualidad sea aceptable en la sociedad civil.

LA BLASFEMIA: La última característica, entre muchas otras, del orgullo gay es el empeño desmedido profanador hacia la Iglesia y el espíritu religioso. Es el primer elemento antagónico del orgullo gay. Según este factor, es el primer enemigo en ser asesinado: la Iglesia. Por eso hay tantas vulgaridades, insultos y representaciones blasfemas contra Dios, la Santísima Virgen y los santos. En estos gestos llenos de violencia, queda claro no solo el intento de profanar, que ahora está de moda desde el 68 hasta el presente y, por lo tanto, es la única fuente de las representaciones, sino el verdadero odio a todo lo sagrado, casi como si la Iglesia y los santos fueran en sí mismos una advertencia a la conciencia de estas personas. Naturalmente, el delito administrativo de la blasfemia permanece impune, así como el delito de desprecio a la religión. Por otra parte, y trivialmente dicho, aquellos que se atreven a criticar tales expresiones blasfemas pasan por ser homofóbicos, no son liberales, culpables de asumir actitudes discriminatorias, medievales porque censuran la libertad de expresión. De tal manera, como sucede con la ViGen, dos pesos dos medidas: si un homosexual insulta a la Virgen, este insulto es libertad de expresión, si un creyente critica a un hombre aflojado en su moral y contranatura que insulta a la Virgen merece ir a la cárcel por difamación.

jueves, 13 de junio de 2019

«Madre España» Miguel Hernández


Abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra,
con todas las raíces y todos los corajes,
¿quién me separará, me arrancará de ti,
madre?

Abrazado a tu vientre, ¿quién me lo quitará,
si su fondo titánico da principio a mi carne?
abrazado a tu vientre, que es mi perpetua casa,
¡nadie!

Madre: abismo de siempre, tierra de siempre: entrañas
donde desembocando se unen todas las sangres:
donde todos los huesos caídos se levantan:
madre.

Decir madre es decir tierra que me ha parido;
es decir a los muertos: hermanos, levantarse;
es sentir en la boca y escuchar bajo el suelo
sangre.

La otra madre es un puente, nada más, de tus ríos.
El otro pecho es una burbuja de tus mares.
Tú eres la madre entera con todo su infinito,
madre.

Tierra: tierra en la boca, y en el alma, y en todo.
Tierra que voy comiendo, que al fin ha de tragarme.
Con más fuerza que antes, volverás a parirme,
madre.

Cuando sobre tu cuerpo sea una leve huella,
volverás a parirme con más fuerza que antes.
Cuando un hijo es un hijo, vive y muere gritando:
¡madre!

Hermanos: defendamos su vientre acometido,
hacia donde los grajos crecen de todas partes,
pues, para que las malas alas vuelen, aún quedan
aires.

Echad a las orillas de vuestro corazón
el sentimiento en límites, los efectos parciales.
Son pequeñas historias al lado de ella, siempre
grande.

Una fotografía y un pedazo de tierra,
una carta y un monte son a veces iguales.
Hoy eres tú la hierba que crece sobre todo,
madre.

Familia de esta tierra que nos funde en la luz,
los más oscuros muertos pugnan por levantarse,
fundirse con nosotros y salvar la primera
madre.

España, piedra estoica que se abrió en dos pedazos
de dolor y de piedra profunda para darme:
no me separarán de tus altas entrañas,
madre.

Además de morir por ti, pido una cosa:
que la mujer y el hijo que tengo, cuando pasen,
vayan hasta el rincón que habite de tu vientre,
madre.

Miguel Hernández

De: «Poemas sociales de guerra y muerte»

martes, 28 de mayo de 2019

Reza por mi.

Artículo publicado en Abc de Sevilla el domingo 11 de marzo de 2018


Rezar es una conversación con los que ya no están, el recuerdo de los que te antecedieron y la oración para seguir su ejemplo. Rezar es pedir por ellos. Y también pedirles a ellos por los que estamos aquí. Es el momento de más calma del día, y, en mi caso, el de primera hora de la mañana, poco más de las seis, y el agua de la ducha caliente cayendo despacio sobre los hombros. Rezar es una fotografía en sepia, un regreso a la casa de tus abuelos y al tiempo sin tiempo de tu infancia. Es pasar por la Iglesia de San Pedro, de camino al colegio, y rezarle al Cristo de Burgos un Padre Nuestro para que te ayude en los exámenes. Es el refugio del frío, y el silencio acogedor. Rezar es tener memoria.

Rezar es lo que va antes del trabajo o después del trabajo, y lo que nunca lo suplanta,  porque ya lo dice el refrán: a Dios rogando y con el mazo dando. Es lo único que puedes hacer cuando ya no puedes hacer más, y es la forma de comprometerse de quien no tiene otro medio de hacerlo, como cuando rezamos por un enfermo que se va a operar y ya está todo en manos del cirujano (y de Dios). Rezar no hace milagros, o sí los hace, eso nunca lo sabremos, pero ofrece consuelo al que reza y a aquel por quien se reza. Rezar nunca es inútil, porque siempre conforta.

Rezar es decir rezaré por ti y, también, reza por mí. Y es, por tanto, lo contrario a la vanidad. Rezar es la aceptación de tus limitaciones. Es aprender a resignarse cuando lo que pudo ser no ha sido. Es vivir sin rencor, aprender a olvidar, aceptar la derrota con dignidad y celebrar el triunfo con humildad. Rezar es resignación cuando procede, pero también arrebato y pundonor cuando toca. Es buscar las fuerzas si no se tienen y confiar en que las cosas van a ser como deberían ser. Rezar es optimismo, no dar nada por perdido, luchar y resistir, como en la canción, erguido frente a todo, y es mi padre antes de morir. Rezar es fragilidad y entereza.

Rezar es curar las heridas, restañar los arañazos, superar el daño que te han hecho. Pasar página y empezar de cero. Perdonar las ofensas y también pedir perdón. Y sobre todo tener gratitud. Rezar es dar las gracias por vivir y por lo que la vida te ha dado. Es despertarse con las ilusiones renovadas. Aferrarse desesperadamente a lo inmaterial. Acordarse de lo que de verdad importa, y relativizar todo lo demás. Es establecer las prioridades, poner en orden los papeles de tu mesa, buscar la trascendencia, pensar a lo grande.

Rezar es desconectar y apagar el móvil. Es introspección en la sociedad del exhibicionismo. Es relajarse y calmar los nervios. Y prepararse mentalmente para lo que ha de venir. No es solo buscar el coraje, sino también la inspiración, la idea, el enfoque, la luz, el claro en medio de la espesura. Rezar es razonar, aunque parezca lo más irracional que haya. Es la mente funcionando como cuando juegas un partido de tenis. Es planificar y anticipar las jugadas. Es abstracción en los tiempos de lo concreto y lo material. Es pausa en un mundo excitado. Es calma cuando todo es ansiedad. Y es aburrido en la dictadura de lo divertido.
Rezar es una forma extrema de independencia, una actividad casi contracultural, lo más punki que se puede hacer una tarde de domingo. Es la forma más radical de practicar “mindfullness”, tan pasada de moda que cualquier día se volverá extraordinariamente “cool”. Rezar podría computar como horas de trabajo para los empleados públicos, pero no sirve  porque es una práctica “antisistema”, sin reconocimiento alguno del “establishment”. Tan políticamente incorrecta que la gente oculta que reza como esconde la tripa para la foto. Rezar es un placer oculto, que se reserva para la intimidad. Un acto privado, y casi a escondidas, que, cuando se hace acompañado, necesita cierta oscuridad y mucha, mucha, confianza.

Rezar es desnudarse y abrir tu alma a la persona con la que rezas. Y es una declaración de amor por la persona que tienes en tus rezos. Es derramar tu cariño sobre los que más quieres y sentir el cariño de los que rezan por ti. Rezar es tener a otros en tus oraciones y  estar en las oraciones de otros, que es mucho más que estar solo en su memoria. Rezar, y sobre todo que recen por ti, es la mayor aspiración que uno puede tener en la vida. Un privilegio inmenso. Es querer tanto a alguien como para rezar por él, y que alguien te quiera tanto como para rezar por ti. ¿Cabe mayor orgullo? ¿Existe mayor plenitud que la de saber que hay una madre, un hermano, un hijo o un amigo que quiere que Dios te proteja, y te dé salud, y te ilumine, y te ayude, y te acompañe, y esté siempre contigo?

Rezar es tener fe. Tener fe en la vida, en las personas, en tus amigos, en tus hijos, en tus padres, en Dios. Rezar es la maestría de niños y abuelos. Y es un súper poder que nos predispone al bien. Rezar es creer y ser practicante de un mundo mejor.

sábado, 16 de marzo de 2019

El valor salvífico de la resurrección

El valor salvífico de la resurrección
SS Juan Pablo II. 15 de marzo de 1989




l. Si, como hemos visto en anteriores catequesis, la fe cristiana y la predicación de la Iglesia tienen su fundamento en la resurrección de Cristo, por ser ésta la confirmación definitiva y la plenitud de la revelación, también hay que añadir que es fuente del poder salvífico del Evangelio y de la Iglesia en cuanto integración del misterio pascual. En efecto, según San Pablo, Jesucristo se ha revelado como ‘Hijo de Dios con poder, según el espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos’ (Rom 1, 4). Y El transmite a los hombres esta santidad porque ‘fue entregado por nuestros pecados y fue resucitado para nuestra justificación’ (Rom 4, 25). Hay como un doble aspecto en el misterio pascual: la muerte para liberar del pecado y la resurrección para abrir el acceso a la vida nueva.

Ciertamente el misterio pascual, como toda la vida y la obra de Cristo, tiene una profunda unidad interna en su función redentora y en su eficacia, pero ello no impide que puedan distinguirse sus distintos aspectos con relación a los efectos que derivan de él en el hombre. De ahí la atribución a la resurrección del efecto específico de la ‘vida nueva’, como afirma San Pablo.

2. Respecto a esta doctrina hay que hacer algunas indicaciones que, en continua referencia los textos del Nuevo Testamento, nos permitan poner de relieve toda su verdad y belleza.

Ante todo, podemos decir ciertamente que Cristo resucitado es principio y fuente de una vida nueva para todos los hombres. Y esto aparece también en la maravillosa plegaria de Jesús, la víspera de su pasión, que Juan nos refiere con estas palabra: ‘Padre… glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado’ (Jn 17, 1-2). En su plegaria Jesús mira y abraza sobre todo a sus discípulos a quienes advirtió de la próxima y dolorosa separación que sé verificaría mediante su pasión y muerte, pero a los cuales prometió asimismo: ‘Yo vivo y también vosotros viviréis (Jn 14, 19). Es decir: tendréis parte en mi vida, la cual se revelará después de la resurrección. Pero la mirada de Jesús se extiende a un radio de amplitud universal. Les dice: ‘No ruego por éstos (mis discípulos), sino también por aquellos, que por medio de su palabra, creerán en mí… (Jn 17, 20): todos deben formar una sola cosa al participar en la gloria de Dios en Cristo.

La nueva vida que se concede a los creyentes en virtud de la resurrección de Cristo, consiste en la victoria sobre la muerte del pecado y en la nueva participación en la gracia. Lo afirma San Pablo de forma lapidaria: ‘Dios, rico en misericordia…, estando muertos a causa de nuestros delitos nos vivificó juntamente con Cristo’ (Ef 2, 4-5). Y de forma análoga San Pedro: ‘El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo…, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos nos ha reengendrado para una esperanza viva’ (1 Pe 1, 3).

Esta verdad se refleja en la enseñanza paulina sobre el bautismo: ‘Fuimos, pues, con El (Cristo) sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva’ (Rom 6, 4).

3. Esta vida nueva (la vida según el Espíritu) manifiesta la filiación adoptiva: otro concepto paulino de fundamental importancia. A este respecto, es ‘clásico’ el pasaje de la Carta a los Gálatas: ‘Envió Dios a su Hijo… para rescatar a los que se hallaban bajo la ley y para que recibiéramos la filiación adoptiva’ (Gal 4, 4-5). Esta adopción divina por obra del Espíritu Santo, hace al hombre semejante al Hijo unigénito: ‘…Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios’ ‘m 8, 14). En la Carta a los Gálatas San Pablo se apela a la experiencia que tienen los creyentes de la nueva condición en que se encuentran: ‘La prueba de que sois hijos de Dios es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! De modo que ya no eres esclavo sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios’ (Gal 4, 6)7). Hay, pues, en el hombre nuevo un primer efecto de la redención: la liberación de la esclavitud; pero la adquisición de la libertad llega al convertirse en hijo adoptivo, y ello no tanto por el acceso legal a la herencia, sino con el don real de la vida divina que infunden en el hombre las tres Personas de la Trinidad (Cfr. Gal 4, 6; 2 Cor 13, 13). La fuente de esta vida nueva del hombre en Dios es la resurrección de Cristo.

La participación en la vida nueva hace también que los hombres sean ‘hermanos’ de Cristo, como el mismo Jesús llama a sus discípulos después de la resurrección: ‘Id a anunciar a mis hermanos…’ (Mt 28, 10; Jn 20, 17). Hermanos no por naturaleza sino por don de gracia, pues esa filiación adoptiva da una verdadera y real participación en la vida del Hijo unigénito, tal como se reveló plenamente en su resurrección.

4. La resurrección de Cristo (y, más aún, el Cristo resucitado) es finalmente principio y fuente de nuestra futura resurrección. El mismo Jesús habló de ello al anunciar la institución de la Eucaristía como sacramento de la vida eterna, de la resurrección futura: ‘El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día’ (Jn 6, 54). Y al ‘murmurar’ los que lo oían, Jesús les respondió: ‘¿Esto os escandaliza? ¿Y cuándo veáis al Hijo del hombre subir a donde estaba antes…?’ (Jn 6, 61-62).De ese modo indicaba indirectamente que bajo las especies sacramentales de la Eucaristía se da los que la reciben participación en el Cuerpo y Sangre de Cristo glorificado.

También San Pablo pone de relieve la vinculación entre la resurrección de Cristo y la nuestra, sobre todo en su Primera Carta a los Corintios; pues escribe: ‘Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que murieron… Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo’ (1 Cor 15, 20-22). ‘En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y que este ser mortal se revista de inmortalidad. Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: !La muerte ha sido devorada en la victoria!’ (1 Cor 15, 53-54). ‘Gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo’ (1 Cor 15, 57).

La victoria definitiva sobre la muerte, que Cristo ya ha logrado, El la hace partícipe a la humanidad en la medida en que ésta recibe los frutos de la redención. Es un proceso de admisión a la ‘vida nueva’, a la ‘vida eterna’, que dura hasta el final de los tiempos. Gracias a ese proceso se va formando a lo largo de los siglos una nueva humanidad: el pueblo de los creyentes reunidos en la Iglesia, verdadera comunidad de la resurrección. A la hora final de la historia, todos resurgirán, y los que hayan sido de Cristo, tendrán la plenitud de la vida en la gloria, en la definitiva realización de la comunidad de los redimidos por Cristo ‘para que Dios sea todo en todos’ (1 Cor 15, 28).

5. El Apóstol enseña también que el proceso redentor, que culmina con la resurrección de los muertos, acaece en una esfera de espiritualidad inefable, que supera todo lo que se puede concebir y realizar humanamente. En efecto, si por una parte escribe que ‘la carne y la sangre no pueden heredar el reino de los cielos; ni la corrupción hereda la incorrupción’ (1 Cor 15, 50) lo cual es la constatación de nuestra incapacidad natural para la nueva vida), por otra, en la Carta a los Romanos asegura a los que creen lo siguiente: ‘Si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en nosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros’ (Rom 8, 11). Es un proceso misterioso de espiritualización, que alcanzará también a los cuerpos en el momento de la resurrección por el poder de ese mismo Espíritu Santo que obró la resurrección de Cristo.

Se trata, sin duda, de realidades que escapan a nuestra capacidad de comprensión y de demostración racional, y por eso son objeto de nuestra fe fundada en la Palabra de Dios, la cual, mediante San Pablo, nos hace penetrar en el misterio que supera todos los límites del espacio y del tiempo: ‘Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente; el último Adán, espíritu que da vida'(1 Cor 15, 45). ‘Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terreno, llevaremos también la imagen del celeste’ (1 Cor 15, 49).

6. En espera de esa transcendente plenitud final, Cristo resucitado vive en los corazones de sus discípulos y seguidores como fuente de santificación en el Espíritu Santo, fuente de la vida divina y de la filiación divina, fuente de la futura resurrección.

Esa certeza le hace decir a San Pablo en la Carta a los Gálatas: ‘Con Cristo estoy crucificado; y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí. La vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí’ (Gal 2, 20). Como el Apóstol, también cada cristiano, aunque vive todavía en la carne (Cfr. Rom 7, 5), vive una vida ya espiritualizada con la fe (Cfr. 2 Cor 10, 3), porque el Cristo vivo, el Cristo resucitado se ha convertido en el sujeto de todas sus acciones: Cristo vive en mí (Cfr. Rom 8, 2. 10)11;. Flp 1, 21; Col 3, 3). Y es la vida en el Espíritu Santo.

Esta certeza sostiene al Apóstol, como puede y debe sostener a cada cristiano en los trabajos y los sufrimientos de esta vida, tal como aconsejaba Pablo al discípulo Timoteo en el fragmento de una Carta suya con el que queremos cerrar )para nuestro conocimiento y consuelo) nuestra catequesis sobre la resurrección de Cristo: ‘Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, según mi Evangelio… Por eso todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con la gloria eterna. Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con El, también viviremos con El; si nos mantenemos firmes, también reinaremos con El; si le negamos, también El nos negará; si somos fieles, El permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo…’ (2 Tim 2, 8-13).

‘Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos’: esta afirmación del Apóstol nos da la clave de la esperanza en la verdadera vida en el tiempo y en la eternidad

domingo, 24 de febrero de 2019

MIÉRCOLES DE CENIZA. COMIENZA LA CUARESMA.


El miércoles de ceniza proviene de la antrigua tradición judía de penitencia y ayuno.La práctica incluye el uso de ceneizas en la cabeza. Las cenizas simbolizan el polvo del cual Dios hizo al hombre. Cuando el sacerdote aplica las cenizas en la frente de una persona y pronucias las siguientes palabras: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás." o "Arrepiéntete y cree en el evangelio."

Las cenizas también simbolizan el dolor y en este caso, es el dolor por haber pecado. Los escritos de los Padres de la Iglesia  del siglo II se refieren ya al uso de las cenizas como signo de penitencia.

Los sacerdotes administran las cenizas durante la misa y todos están invitados a tomarla como un símbolo visible de penitencia. Las cenizas están hechas con las palmas benditas de la misa del domingo de Ramos del año anterior.

Señala el comienzo de la Cuaresma que prepara la celebración del triduo pascual y el gozo de la Resurrección del Señor, rememorando los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto de Judea antes de comenzar su misión de anunciar el Reino de Dios durante tres años invitando a la conversión:
Allí se retirará donde rezará, ayunará y será tentado por Satanás.

De la profecía de Joel 2, 12-18

«Ahora —oráculo del Señor— convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto.
Rasgad los corazones y no las vestiduras;convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.»
Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho.
Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan:
—«Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios?
El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»