domingo, 8 de marzo de 2015

Un drama consentido

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Leí hace tiempo ( creo que dos años ya) en La Gaceta un artículo titulado La pobreza es “un insulto a nuestra humanidad", a propósito de unas declaraciones de monseñor Francis Chullikatt, nuncio apostólico y observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas...

No hace mucho, aunque por lo poco que importa parece que si; en África occidental, ocurrió para los países desarrollado lo del ébola (para la zona siguen con la tragedia, el olvido del primer mundo; no la reduce, sino que la acrecenta). Aunque la verdadera tragedia de África sigue siendo la carestía para la supervivencia y las enfermedades derivadas del hambre...

La ONU, con sus campañas de prevención de embarazos, con sus campañas para la recuperación del "orden climático" nada natural por cierto ... sus campañas, que atrás quedaron, para la ayuda a Haiti ... nadie se acuerda de Haití "Emergencia Haití: Se extiende la epidemia de cólera" 

Y digo yo, cómo se ha llegado a este punto en donde los recursos, más que suficientes de los países desarrollados, son destinados a la ayuda del antes Calentamiento Global y ahora Cambio Climático... , comprobado que hace tanto frío, incluso más, como antes, sería extraño decir lo del calentamiento, así que ahora el clima no es más bonacible que antes, sino que está "cambiando."

Si hubieran existidos en tiempos preteritos estos ecologistas de pega que tenemos ( autodenominados sin rubor de ninguna clase, como animalistas) seguramente hubieran protegidos a las especies ya extintas de dinosaurios ... no será que la Naturaleza tiene un ciclo natural y que en ella prevalece quien se acomoda a ella y que sobreviven, el hombre, claro; y las especies, de forma natural... bueno si fueran por algunos, estaríamos todos en la copa de los árboles viviendo todavía.

Pero a lo que iba ... no es un insulto sino un crimen, esto de olvidarse de Haití, África,... no puede ser que el dinero que se ha destinado al primero, por ejemplo, no ha servido de nada ... porque es que están peor. Andan con el cólera y con la misma ruina que cuando sacudió el terremoto, es que están pasando hambre y están muriendo, mientras hoy lloramos de pena la muerte de otro lince ibérico.
No se sabe ya que hacer para que no nazcan más niños, no sé qué tiene que hacer ese tal Moon, para que se pueble de coches eléctricos, de animales protegidos, hasta tal punto lo de la innaturalidad de las medidas de protección, que pasamos en España (tierra de conejos, en latín) una "plaga de conejos", por Dios. Y de otra parte, despoblar África por ejemplo, de seres humanos. Para llenarla de animales siempre protegidos para los desarrollados.

No sé cómo expresarlo para tener más conciencia de la muerte de hambre de miles y miles de niños, del asesinato de miles y miles de niños en el útero de la madre y no sobrecogerme, cuando tristemente un cervatillo es cazado, con la música del Agnus Dei de Barber como banda sonora, decirnos que otro lince ha muerto ... hasta a mí me da pena, que intento ser consciente del desastre que supone el asesinato consentido de los niños no nacidos y de los niños por no tener qué comer, y ahora además por las enfermedades ya olvidadas en los países desarrollados como el cólera y de hambre.

Esto no debería hacer temblar nuestro cuerpo sino nuestra conciencia, no sentir el corazón encogido sino el alma ...

La verdadera epidemia del siglo no es el Sida, que se me ocurren varias formas de erradicarla, sino sigue siendo , como en siglos anteriores el hambre, vergonzosamente es el hambre... y eso se conoce cómo terminarla. Esto es cosa de Moon y su séquito. Claro está, la Iglesia Católica sigue allí, en Haití y todos esos lugares donde no preocupa el preservativo que la ONU les ha dado , sino el pan que no llega, porque estamos llorando por el lince muerto, por el deshielo de ese iceberg y que nos hemos quedados sin lágrimas para esos pueblos arrasados por el hambre.

Un drama consentido y no llorado, sin celebraciones mundiales... bueno ¡ah, se me olvidaba! Feliz día de la mujer de los países desarrollados. La amputación genital, los matrimonios de hombres con niñas que nunca conocerán la infancia , queda algo lejos. Aunque pensándolo bien, en esto estamos a la par, cuando en nuestro primer mundo (principal y paradogicamente a las niñas) se les hurta vivir su infancia mucho antes de lo normal. Ya sabes... los trastornos que han nacido al amparo del culto al cuerpo, anorexia, bulimia... Aunque qué es lo normal.