viernes, 8 de abril de 2016

El vestido de seda blanca (1951) de Richard Matheson. Un relato de vampiros.

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“... donde siempre está haciéndose tarde. El país donde las colinas son niebla y los ríos neblina; donde el mediodía pasa rápidamente, donde se demoran la oscuridad y el crepúsculo, y la medianoche no se mueve. El país que es principalmente sótanos, subsótanos, carboneras, armarios, altillos y despensas alejadas del sol. El país que habitan gentes de otoño, que sólo tienen pensamientos otoñales. Gentes que pasan por las aceras desiertas con un sonido de lluvia..." El país de octubre Ray Bradbury



Sobre todo conocido por Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos,  Soy leyenda, El hombre menguante. Esta es para mi la mejor historia de Richard Matheson.

Cuenta la historia de una niña de seis años a la que su abuela (Granma) tiene encerrada porque ha sido "mala". ¿Como una niña de seis años puede ser tan mala como para dejarla encerrada con llave en su cuarto?

Al llegar al final del relato sabemos que es algo bastante terrible lo que ha ocurrido con su vecina, la de la casa de  enfrente y mejor amiga, Mary Jane.

El autor es uno de los pocos que ha recurrido a una niña de tan solo seis años como contenedora del poder del vampiro.

La narración en su léxico está marcada por el uso, abuso y "retórica" propio de una niña de esa edad, lo que la hace única en este tipo de literatura vampírica, tan de moda hoy.

Une lo impersonal del objeto que es el que posee la "semilla vampírica" relacionándola con la ingenuidad "real" de una niña chica; dejando siempre en el aire una ambigüedad argumental a quien lo lee o escucha que produce una insatisfacción. Nos lleva a apetecer más. Tal vez, dejando un rastro en la imaginación del deseo irrefrenable que estos seres de ficción sienten por la sangre.

Sin duda, genial y único en este género.

A continuación el relato con voz humana.




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